PREHISTORIA

El ser humano de la Edad de Bronce fue volviéndose más y más sedentario gracias a los avances producidos en la agricultura y a la paulatina extensión del modo de vida pastoril, entre otros factores. En esta época se conoce el fenómeno de los ritos funerarios y, tal y como nos muestran las investigaciones arqueológicas, había monumentos megalíticos de esta época en las zonas de Udala-Intxorta y Elosua-Soraluze.

Respecto a la Edad de Hierro y a la romanización, tenemos muy poca información sobre Bergara. Sin embargo, se puede decir que podemos encontrar algunos topónimos de estas épocas en nuestros barrios y caseríos, como Lamariano, Amatiano, Paternitia o Marindano, entre otros.

 

EDAD MEDIA

Villanueva de Vergara fue fundada el 30 de julio de 1268 por Alfonso X en el lugar llamado Ariznoa, en lo que constituía un punto importante del Camino Real que conectaba Vitoria con los puertos de Deba y Mutriku. Esta fundación como villa ofreció a sus habitantes gran cantidad de derechos y privilegios. Así se incorporaron también a la misma Oxirondo, en 1348, y Uzarraga, en 1391; si bien esta última obtuvo su desanexión en 1629.

En esta época, Bergara era un espacio rectangular conformado por las calles Goenkalea, Artekalea y Barrenkalea, distribuido en 230 solares, con unos 70 vecinos. La villa, que se encontraba rodeada por una muralla, se fue extendiendo, dando lugar a Bidekurutzeta y Masterreka. La iglesia de San Pedro se emplazará también aquí.

Al estar gobernada la villa de acuerdo con el Fuero de Vitoria, su alcalde era, además de mandatario, el representante del rey. En 1490 fueron redactadas las ordenanzas municipales, sentando las bases de la creación del Gobierno Municipal, que era renovado anualmente el día de San Miguel.

La fundación de la villa trajo consigo la conformación de dos realidades: la del área rural y la del área urbana. Junto con ello, paulatinamente la población urbana fue tomando más fuerza y comenzaron a convivir personas de distinta condición socioeconómica, impulsadas por las ventajas que les brindaba vivir dentro de la villa. En el ámbito rural residía la población agricultora y ganadera, mientras que en el interior residía la población comerciante y artesana. En Bergara se celebraba mercado tres veces por semana y se establecieron además multitud de tabernas, panaderías y tiendas.

En este periodo, a nivel de Gipuzkoa surgieron conflictos entre las dos economías, propiciando la división en dos bandos: los gamboínos (comerciantes) y los oñacinos (agricultores). En Bergara, prevalecieron sobre todo estos últimos. En 1497 se puso fin a los conflictos, quedando los bandos totalmente marginados con la entrada en vigor de las Ordenanzas Municipales.

EDAD MODERNA

En la época de los Reyes Católicos, destacan en el municipio la estabilidad política y la prosperidad económica.   En este periodo tuvo lugar un crecimiento demográfico ostensible, con una nueva fisonomía del paisaje rural y urbano.

Durante este tiempo, hubo un gran enriquecimiento de las personas dedicadas a la administración, al ejército o al comercio del hierro, comenzando la construcción de casas-torre en el núcleo urbano. Por ejemplo, Ondartza, Olaso, Arrese, Ozaeta o Egino Mallea.

En el siglo XVII, con la llegada de la crisis mercantil, la tierra adquirió gran valor para las clases pudientes. Las personas que se habían enriquecido en Indias, al volver comenzaron a construir sus mansiones. Por ejemplo, Acedo Loiola, Moiua Barrena o el palacio Errotalde.

Bergara ocupó para el comercio una situación estratégica, formando parte de una importante red viaria que conectaba el interior con la costa.

En 1593 los jesuitas construyeron su colegio que, además de ser uno de los más importantes del País Vasco, abrió sus puertas a muchos jóvenes bergareses. Pero en 1767, los jesuitas son expulsados de España y el colegio ha de ser clausurado.

En 1644, se creó la escuela de Nuestra Señora de la Soledad, a partir de la cual se fundó en 1799 el colegio de la Compañía de María.

En 1776, se fundó el Real Seminario de Bergara, símbolo de la ilustración vasca, que tanta fama ha proporcionado a nuestra villa. Este centro fue pionero en cuanto a investigaciones científicas y educación de calidad.

Se ha de señalar que en esta época la religión tenía una importancia capital, constituyendo la iglesia y las fiestas religiosas los principales espacios de comunicación social. Además, al tratarse de una sociedad tradicional, otros puntos de socialización serían, para los hombres, los mercados, las fiestas populares o las tabernas, mientras que las mujeres se reunirían en torno a los lavaderos o las fuentes.

SIGLO XIX

A partir del año 1793 se sucedieron tres guerras. El emplazamiento de Bergara y las posibilidades de alojamiento que ofrecía el Real Seminario la convirtieron en punto predilecto para los ejércitos. Pero además había que mantenerlos, lo que obligó al ayuntamiento a privatizar terrenos públicos y llevó a enconar la conflictividad social.

En la Primera Guerra Carlista, Bergara fue considerada, una vez más, punto estratégico, por lo que su control fue objetivo de los dos bandos, el de Carlos y el de Isabel, hasta que fue tomada por Zumalakarregi en el año 1835. Además, en 1834 se produjeron grandes trombas de granizo que llevaron a Bergara a una situación de extrema pobreza.

El año 1839, se dio el Abrazo de Bergara, entre Espartero y Maroto, lo cual fue motivo de alegría para la población, ya que, si bien supuso la pérdida de algunos derechos forales, proporcionó grandes ventajas.  Supuso el inicio de una nueva era, abriendo vías a la exportación y a las grandes inversiones en el comercio moderno. Todo ello provocó también la privatización de los terrenos, por lo que se multiplicaron los huertos cultivados y los caseríos en el ámbito rural. El principal cultivo de la época era el maíz.

BERGARA HACIA LA MODERNIDAD (1860-1936)

El mundo urbano se fue imponiendo al rural y con ello fue fortaleciéndose el sector secundario. Además, con la llegada del ferrocarril y de nuevos servicios a la villa, el número de habitantes se incrementó significativamente.

A esta época corresponden el cementerio, el juzgado, el santo hospital de Bergara, lavaderos públicos, juegos de bolos, jardines urbanos, arboledas, el kiosco del Espolón... Se puede ver así cómo se dotó a la población de nuevos servicios o equipamientos.

Corresponde también a esta época la apuesta por la formación profesional en Bergara, fundándose en 1850 la Escuela Industrial; ha de reseñarse que a nivel estatal solamente existían cuatro escuelas de esta categoría. En 1861 fue clausurada por orden ministerial, pero en 1903 volvió a reabrirse como Escuela de Artes y Oficios. En 1928 se creó “La Elemental”, que se mantuvo hasta la Guerra Civil.

El ferrocarril llegó por primera vez a Bergara en 1888, gracias a la línea Durango-Zumarraga, que en 1919 se completó con la línea Vitoria-Bergara. Esto brindó grandes oportunidades tanto a las personas como a las diversas empresas locales. Estas líneas fueron clausuradas en 1967 la de Vitoria y en 1972 la de Zumarraga.

El gran desarrollo industrial de este periodo trajo consigo la transformación del carácter de nuestra villa. El ámbito rural quedó arrinconado, experimentándose un gran crecimiento demográfico. Se crearon también nuevos barrios: Ubera y Angiozar (1927), Martokoa-Zabalotegi-San Lorentzo-Matxiategi (1950-1960) y Bolua (1980).

Respecto a la política bergaresa, se fueron estableciendo nuevas ideologías. El nacionalismo alcanzó gran fuerza en la población, constituyendo además un movimiento muy activo. Se convirtió en un instrumento de la sociedad civil y se fueron creando diversos grupos<0} En 1920 se nombró al primer alcalde nacionalista, Iñaki Unceta. El movimiento obrero y los partidos de izquierda apenas tenían peso en la población, dadas  las relaciones en cierto modo paternalistas y la poca conflictividad vivida en este periodo. Sin embargo, en 1923, con la dictadura de Primo de Rivera, los nacionalistas han de pasar a la clandestinidad, produciéndose una crisis interna. A su fin, se creó el PNV, en el que tomó parte el bergarés Telesforo Monzón. De una facción contraria a dicho movimiento surgió el partido ANV, destacando en el mismo Justo Garate.

Con la II República, gracias a la democracia, los nacionalistas ganaron las elecciones municipales de los años 1931, 1933 y 1936.

LA GUERRA CIVIL

Bergara fue tomada el 21 de septiembre de 1936. En la guerra tomaron parte unas 700 personas, de las cuales unas 200 defendieron la República. Pocos días después, Luis Ruiz de la Prada ocupó la presidencia del ayuntamiento, donde, además de aprobar órdenes municipales muy duras, llevó a cabo una depuración política. Hasta el 24 de abril de 1937, muchos batallones estuvieron acantonados en la localidad, que fue incluso visitada por el mismo Franco. Bergara sufrió algunos bombardeos, pero Elgeta quedó completamente destrozada. Todo esto provocó la militarización de empresas y el nombramiento de Franco como Alcalde de Honor de la Villa.

 

DEL FRANQUISMO A LA DEMOCRACIA

Una vez finalizada la guerra, la población comenzó a construir nuevos caminos.

Con el objetivo de afrontar la deplorable situación, se comenzó a crear de nuevo la Escuela Elemental, que pudo abrir sus puertas en 1944. Ha sido un centro puntero en toda su historia.

Además de la Compañía de María y del Real Seminario, a mediados del siglo XX se crearon las escuelas de Educación General Básica, divididas por género. En 1970, se reabre la ikastola Aranzadi, con precedente en la época de la República y siendo además un centro mixto. En relación con la docencia, en 1976 se estableció en Bergara la UNED.

En la década de 1970-1980, los movimientos ciudadanos alcanzaron gran influencia. Se impulsaron en la localidad múltiples iniciativas para la mejora de equipamientos y servicios básicos educativos, sociales y sanitarios, con lo que se creó un sentimiento de pertenencia al pueblo.

Tras la muerte de Franco, se formó el “Grupo de Alcaldes de Bergara”, para la recuperación de las alcaldías por parte de la ciudadanía; miembro de este grupo fue el bergarés José Luis Elkoro. Recogieron las reivindicaciones populares y las presentaron, siendo entre otras las siguientes: reclamación de los Fueros Vascos, colocación de la ikurriña en los balcones de las casas consistoriales, amnistía de los presos de ETA...

VÍDEOS

Ahotsak:

- Gerra zibila;  frontea gertu eta milizianoak etxean (La guerra civil: el frente cercano y los milicianos en casa)

-Gerra garaian, enseñanza itxita (En época de guerra, la enseñanza cerrada)

-Ikastolan, Mari "Txantxote"rekin (En la ikastola con Mari "Txantxote")