La historia de Bergara se puede dividir principalmente en cuatro épocas:

1. Los orígenes de la villa.

2. Edad Media: Fundación de la villa.

3. Bergara, hervidero de nuevas ideas durante la Edad Moderna.

4. La Edad Contemporánea: El tren, los Altos Hornos y la inmigración.


1. Los orígenes de la villa

Las investigaciones arqueológicas constatan la existencia de monumentos megalíticos de la Edad del Bronce en torno a dos zonas:

  • La estación megalítica de Udala-Intxorta
  • La de Elosua-Placencia

Se trata de dólmenes y túmulos, que servían como construcciones funerarias. La estructura es la misma en todas ellas; tienen una cámara funeraria formada por varias losas de piedra con un montículo de cantos uniformes cubriéndolas. Las excavaciones fueron realizadas en los años veinte, por los pioneros Enrique Eguren, José Miguel Barandiaran y el bergarés Telesforo de Aranzadi.

dólmenes y túmulos

El nombre de Bergara procede de tiempo antiquísimo e inmemorial. En efecto, la primera mención por escrito data de la escritura otorgada el año 1050 por D. Sancho, hermano de Doña Ziana, por la cual dona a San Juan de la Peña las heredades y manzanales que tenía en su tierra de Bergara en el monasterio llamado Ariceta, esto es, de San Miguel.

Bergara fue fundada como villa por el rey Alfonso X el Sabio, otorgándole el fuero de Vitoria, por privilegio dado en Sevilla el 30 de julio de 1268. Dispuso así la creación de un pueblo en el lugar llamado de Ariznoa. Distintos reyes castellanos concedieron varios privilegios para que esta villa se poblase mejor:

  • El mismo Alfonso X libró un privilegio en Avila el 27 de mayo de 1273 por el cual mandó que todos los hijosdalgo que hubiesen venido o viniesen a poblarla y ser vecinos de la misma, fuesen quitos de todo pecho, pedido enmienda y yantar.
  • Alfonso XI otorgó privilegio en Sevilla el 20 de mayo de 1344. Se reduce a disponer que los hijosdalgo y labradores que moraban en algunos lugares de la comarca y quisiesen ser vecinos de la misma villa, manteniéndose en sus solares, gozasen el fuero de ésta, siendo juzgados por su alcalde. Esto debía, sin embargo, entenderse para el caso de que no hiciesen semejante vecindad por eximirse del pago de los pechos y derechos debidos al rey o a algún otro derecho.

El privilegio obtenido en 1344 y las desavenencias con Elgeta determinaron, a juicio de Gorosabel, la incorporación que la parroquia de Santa Marina de Oxirondo hizo a la vecindad de Bergara. Este hecho se realizó por escritura de concordia otorgada en la iglesia de San Pedro a 16 de junio de 1348, ante Fortún Ortiz, escribano de Mondragón. Consta que dicha agregación fue confirmada por Enrique II en Burgos a 10 de septiembre de 1373.

Por otra parte, para diciembre de 1925 estaba solicitada oficialmente la anexión del Valle de Angiozar y el barrio de Ubera. Hechos los trámites que marca la ley, el ayuntamiento de Bergara, con acuerdo del 23 de abril de 1927 aceptó íntegramente las condiciones de anexión, con arreglo a las cuales también el ayuntamiento de Elgeta, con fecha 24 de marzo de 1927, aceptó y aprobó la propuesta de esta segregación de Elgeta e incorporación a Bergara.


2. Edad Media: Fundación de la villa

La primera cita documental sobre Bergara aparece en el año 1050, en una escritura de donación de tierras y manzanales del monasterio de San Miguel de Ariceta, hecha por Sancho al monasterio de San Juan de La Peña.

Cuando Castilla conquistó por la fuerza Gipuzkoa en el año 1200, se inicia un proceso fundacional de villas. Los reyes impulsaron este proceso con varios objetivos:

  • Unir Castilla con los puertos cantábricos y crear vías de comunicación para el comercio. En este contexto, Bergara está situada en el camino de Vitoria a Deba y Getaria. Ha sido por tanto, lugar de mercado y confluencia de trajineros y mercaderes.
  • Establecer núcleos poblacionales fuertes que contrarresten la fuerza de los banderizos y sean baluarte de defensa con respecto a Francia y Navarra. Por este motivo Alfonso X concede en 1273 el privilegio de la exención de pecho a los vecinos de la villa.

Así pues, Villanueva de Vergara fue fundada por Alfonso X el Sabio en 1268 a fuero de Vitoria. El gobierno municipal lo ejerce el concejo formado por todos los vecinos en el llamado concejo abierto.

Alfonso X el Sabio

En 1348 y 1391 los moradores de las anteiglesias de Oxirondo y Uzarraga entran a formar parte de la villa, con los mismos derechos y obligaciones que el resto de los vecinos. La guerra de bandos se había trasladado también a las villas; en Bergara, se enfrentaban los Ozaeta y los Gabiria. Para evitar estas parcialidades los Reyes Católicos aprueban las Ordenanzas para el buen gobierno local en 1490. Por otro lado la representatividad de cada uno de los integrantes (cuerpo de la villa y arrabales, la anteiglesia de Oxirondo y la anteiglesia de Uzarraga) va variando a lo largo del tiempo y es fuente constante de conflicto entre las partes.

Para solucionar este tema se hizo un convenio en julio de 1497 que fue después confirmado por los Reyes Católicos españoles.

En estas fechas la villa sufre varias transformaciones en su fisionomía:

  • El trazado de la villa se ha ampliado.
  • Se constata ya la existencia de los arrabales de Bidekurutzeta y Masterreka.
  • La vulnerabilidad de la villa ante los incendios, al ser las casas de madera, supone una gran preocupación para los vecinos. Este hecho les lleva a solicitar la aprobación de las ordenanzas de 1506 contra el fuego y las de 1518 que regulan la reedificación de las casas de cal y canto.


3. Bergara, hervidero de nuevas ideas durante la Edad Moderna

En Bergara se celebraba el mercado de trigo tres veces por semana, lo que atraía a gran cantidad de gente y daba pie a otros muchos contratos y negocios. Esto obligaba a la villa a tener una cierta infraestructura de caminos y de hospedaje; de ahí la existencia de numerosos albergues y posadas.

Foto vieja de las calles de Bergara

Además de esta función comercial se desarrollarán los talleres dedicados principalmente a la transformación del hierro: Los herreros recibían en sus fraguas el mineral de hierro transformado en tocho y a partir de esta materia prima elaboraban azadas, machetes etc.; los cuchilleros trabajaban en la obtención de armas blancas y crearon su propia cofradía; y también había artesanos dedicados a las armas de fuego dentro de la tradición armera de la cuenca del Deba. La arquitectura civil se desarrolla porque los nobles, ricos comerciantes y funcionarios del ejército y la administración reconstruyen o edifican sus casas; por ejemplo las casas Ondarza y Eguino-Mallea. También se desarrollan las construcciones religiosas ya que en 1565 el contador Ondarza refunda el Convento de la Santísima Trinidad situado en la calle Goenkale y a finales de siglo se construyó el Colegio de los jesuitas en la actual plaza de San Martín de Agirre.

Durante el siglo XVII continúa la construcción de nuevos elementos urbanísticos:

  • Se construye la actual Casa Consistorial por el arquitecto Lucas de Longa a principios del siglo.
  • Se amplía el espacio de la plaza de San Martín de Agirre.
  • Las iglesias de San Pedro y Santa Marina se fueron construyendo a lo largo de la centuria, excepto los campanarios que son posteriores.
  • El bergarés Juan de Irazabal, contador real en Sevilla, regaló a su villa natal en 1626, la magnífica escultura del Cristo de la Agonía de Juan de Mesa, que se conserva en la iglesia de San Pedro.

El término municipal se modifica a raíz de la desanexión de Antzuola, que tuvo lugar en 1629; el intento de la anteiglesia de Oxirondo no prosperó, de modo que sigue formando parte de esta villa.

Bergara destaca en el siglo XVIII sobre todo por sus centros de enseñanza; la expulsión de los jesuitas por Carlos III dio pié a la recién creada Sociedad Bascongada de Amigos del País, a solicitar al Rey el Colegio que aquellos poseían en esta villa. Pretendían poner en práctica en este centro de enseñanza sus ideas ilustradas, y lo consiguieron. Las cátedras de Química y Mineralogía implantadas atrajeron a grandes científicos como Proust o Chabaneau. La calidad de la enseñanza y su alto nivel llenaron sus aulas de alumnos de todo el mundo. También se fundó en 1799 el Colegio de la Compañía de María para niñas, que está en el paseo del Espolón.

Las necesidades de comunicación llevaron a la provincia a emprender la construcción del camino real de coches en el siglo XVIII, que enlazaba Araba con Francia y que pasaba por Bergara.


4. La Edad Contemporánea: El tren, los Altos Hornos y la inmigración

En el siglo XIX nuestra provincia es escenario de las guerras carlistas. Bergara, debido a su lugar estratégico, fue ocupada por las tropas que se alojaban en el edificio del Seminario. Es bien conocido el abrazo de Bergara, que dió fin a la primera Carlistada. Esto no impidió el desarrollo de la industria, en el que destacaba el sector textil (la Algodonera de San Antonio fue creada en 1846) además de la metalurgia, calzado, tejerías etc.

Foto de la algodonera de Bergara

Por otro lado, Bergara es nombrada cabeza del partido judicial, y se construye el edificio del Juzgado, cárceles y escuelas en la plaza de San Pedro, coronado por la escultura de Doña Justa del escultor bergarés Marcial Agirre. Se construye también el Cementerio municipal en Matxiategi, alejándolo del casco de la villa y se urbaniza el paseo del Espolón, que une Bidekurutzeta con el barrio de San Antonio.

El tren llegó a Bergara el 1 de julio de 1888 y se convirtió en importante nudo de comunicaciones:

  • Línea Durango-Zumarraga de la compañía Ferrocarriles Vascongados (la estación de arriba).
  • Línea Bergara-Vitoria entra en servicio el 3 de septiembre de 1919 de la mano de la compañía Anglo Vasco Navarro (estación de abajo).
  • Se estableció el empalme de las dos líneas en el barrio de Mekolalde.

El edificio del Seminario ampliado por el arquitecto Mariano José de Lascurain acoge al Instituto Provincial de Gipuzkoa, que fue trasladado en 1873 a San Sebastián a causa de la guerra.

Durante el pasado siglo el número de barrios aumentó considerablemente:

  • A principios del siglo XX se crea la empresa Unión Cerrajera de Mondragón, que da lugar a todo el barrio de Altos Hornos.
  • En 1927 los barrios rurales de Angiozar y Ubera, anteriormente pertenecientes a Elgeta, se integran en Bergara.
  • Más adelante, en los años 50 y 60, se edifican los barrios de Martokua, San Lorenzo y Matxiategi ante las necesidades de vivienda a causa de la inmigración, reflejo de la buena situación económica.

Se produce un impulso en el ámbito de los equipamientos culturales y deportivos con la adaptación del polideportivo en el barrio de Altos Hornos (antiguo parque de chatarra), la Casa de Cultura (adaptación del Palacio de Errotalde) y la construcción del Instituto de Bachillerato y las piscinas municipales. Además de esto, el Seminario se convierte también en sede de la Universidad a Distancia.