La Directiva Marco del Agua aborda la calidad de las aguas desde un punto de vista ambiental, y la define como aquellas condiciones que deben darse en el agua para que esta mantenga un ecosistema equilibrado y para que cumpla unos determinados objetivos de calidad (calidad ecológica).

La calidad de las aguas es una variable descriptora fundamental del medio hídrico, tanto desde el punto de vista de su caracterización ambiental, como desde la perspectiva de la planificación y gestión hidrológica, ya que delimita la aptitud del agua para mantener los ecosistemas y atender las diferentes demandas.

La calidad de las aguas puede verse modificada tanto por causas naturales como por factores externos. Cuando los factores externos que degradan la calidad natural del agua son ajenos al ciclo hidrológico, se habla de contaminación.

Las principales actividades y factores que degradan la calidad de las aguas son las siguientes:

  • Vertidos de aguas residuales de ciudades y pueblos, en especial si no han sido tratados previamente.
  • Vertidos industriales, sobre todo los vertidos no legalizados o los realizados sin control.
  • Contaminación difusa de origen agrario.

Pero ¿cómo se mide la calidad de las aguas?

La calidad de las aguas se mide a través de determinados indicadores biológicos y físico-químicos; es decir, se analiza la propia agua, para medir su composición y contaminantes (materia orgánica, metales pesados, etc.), así como la cantidad y estructura de los organismos vivos presentes en dicha agua.

¿Cuál es el estado de los ríos y arroyos de Bergara?

La situación ambiental del río Deba hasta tiempos muy recientes ha sido muy mala y caracterizada por una ausencia casi total de vida piscícola en el río. La reciente construcción del saneamiento y la puesta en funcionamiento de las depuradoras de Epele, Mekolalde y Apraitz han mejorado la situación y ya se empiezan a observar las primeras poblaciones de peces, fundamentalmente ciprínidos, en la mayor parte de los tramos de este río.

Fotografía: EDAR de Mekolalde. Fuente: Consorcio de Aguas de Gipuzkoa (página web).

Al mismo tiempo, en la mejora de la calidad del agua en la cuenca del río Deba ha tenido especial relevancia la disminución de la contaminación procedente de la industria, principalmente metalúrgica y de tratamientos superficiales. Esta disminución se ha producido, por un lado, como consecuencia de crisis industriales que han conllevado una disminución de la actividad y, por otro lado, debido a las mejoras ambientales realizadas por las empresas aún en marcha en materia de gestión de residuos peligrosos y de aguas residuales.

La Agencia Vasca del Agua, dependiente del Gobierno Vasco, dispone de una red de seguimiento del estado químico y biológico de los ríos de la CAPV; dicha red dispone de una estación de muestreo en el río Deba en San Prudencio, así como sendas estaciones en los arroyos Angiozar y Ubera. Los resultados del año 2018 muestran lo siguiente:

  • El estado químico de los arroyos Angiozar y Ubera es bueno, con unas condiciones fisicoquímicas generales adecuadas y ausencia de sustancias preferentes. El río Deba, en cambio, no alcanza el buen estado químico, ya que en la matriz biota se ha detectado mercurio por encima de la Norma de Calidad Ambiental (NCA) correspondiente. Sin embargo, estos niveles no se reflejan en la matriz agua y tampoco se han identificado fuentes activas que puedan generar contaminación por mercurio. Asimismo, en el río Deba se detecta presencia de arsénico, cobre, selenio, cromo, zinc y fluoruros, pero en niveles muy bajos que no exceden las NCA correspondientes.
  • En cuanto al estado ecológico, en el año 2018 el potencial ecológico del río Deba se ha clasificado como moderado. En el último quinquenio la situación del río Deba en Bergara ha experimentado una mejoría importante en el estado de los indicadores biológicos, así como en la calidad físico-química del agua. Como ya se ha señalado, los peces vuelven a verse en el río Deba, si bien la trucha está ausente. El estado ecológico del arroyo Angiozar es, en general, bueno y el del arroyo Ubera es, también, bastante bueno.

Si bien la calidad química y biológica del río Deba han mejorado notablemente en los últimos años, las alteraciones morfológicas que ha sufrido tienen como consecuencia que sea imposible una completa restauración del río en muchos casos, lo que supone una importante limitación de cara a su recuperación ambiental.

Fuentes:

  • Agencia Vasca del Agua (2019): Red de seguimiento del estado biológico de los ríos de la CAPV. Campaña 2018.
  • Agencia Vasca del Agua (2019): Red de seguimiento del estado químico de los ríos de la CAPV. Campaña 2018.
  • Diputación Foral de Gipuzkoa (2015): Estudio de la calidad de los ríos de Gipuzkoa. Año 2014.

Departamento: