Debido a que el volumen de lluvias de los últimos meses ha sido muy grande y para adelantarse a cualquier situación de riesgo, el Ayuntamiento y la empresa Ingek han realizado en la zona de Bolu donde se dio el desprendimiento, además del habitual control mensual, dos controles extraordinarios los días 8 y 12 de noviembre. Las indagaciones realizadas han confirmado que no hay ninguna situación de alerta. La ladera está quieta, bajo control, y no hay ningún peligro.

Ocasionalmente se desprende tierra y barro, pero la red aguanta perfectamente. De hecho, según los expertos la red debería empezar a vaciarse una vez se haya llenado en un 30%, pero en estos momentos se encuentra al 10%.

La brigada municipal ha limpiado varias cunetas y zonas del bidegorri, y el Ayuntamiento está estudiando colocar algunas nuevas redes encima del bidegorri. De hecho, el paso está abierto en el bidegorri, siempre y cuando se tomen las mínimas medidas de seguridad.  

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