Fiestas

Bergara ha renovado su Carnaval a golpe de tradición. Así, el desfile se abre con el recuperdo Oso (Hartzaren desfilea). Luego, el viernes, es el turno del desfile infantil. Ese mismo día, a la noche, es el concierto de la Banda de Música de Bergara y de la Orquesta Sinfónica de Bergara. El turno de las cuadrillas llega el sábado. El martes vuelve a ser un día con muchas actividades, especialmente infantiles. El baile de las brujas (Sorgin dantza) es otro de los elementos recuperados, y además parece tener origen en nuestra localidad.
Otra particularidad del Carnaval de Bergara es el postre típico de estos días: las "pellak", o leche frita.
 

El sabado víspera del Domingo de Ramos el ayuntamiento de Bergara organiza una feria ganadera y de productos agrícolas. Se trata de una de las ferias más apreciadas por la villa y se realiza en la plaza, delante del edificio municipal.
Y, a su vez, la feria del sábado va precedida de un festival de bertsolaris el viernes por la noche.
 

Aunque de reminiscencia religiosa, lo cierto es que la principal protagonista de estas fiestas es una personaje popular en Bergara: Bitorianatxo. Ella marca el inicio y el fin de estos días en los que podemos disfrutar del campeonato de baile "a lo suelto", partidos de pelota, campeonato de bacalao en el que compiten las sociedades de Bergara, comparsa de gingantes, ciclismo u otra competencia, esta vez de dibujo. Además no faltará la música, la romería o el concierto de la Banda de Música de Bergara y Txistularis.

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La de San Marcial es la más célebre romería de Bergara. Y también la más popular, en todos los sentidos. El domingo posterior al día del santo, o ese mismo día si este es festivo, tras el tradicional aurresku al mediodía, familias y cuadrillas suben a San Marcial a pasar el día de manera festiva. Al anocher, con el txupinazo de las 21.00, da comienzo la bajada al pueblo, animada por los txistularis, trikitilaris y charanga.

Aunque es desconocido para muchos ciudadanos, San Roque es uno de los patrones de Bergara. El otro, conocido para todos, es San Martin Agirre.

San Roque nació a mediados del siglo XIV en Montpelier (Francia) en el seno de una familia adinerada. Era hijo único y con 20 años quedó huérfano. Entonces, vendió todos sus bienes y se fue a Roma de peregrino. En esa época Europa era azotada por la peste negra y San Roque intentó curar enfermos durante su peregrinación, poniendo en práctica sus conocimientos de medicina.  Por ello, es uno de los santos más venerados en el mundo.

En 1507, el gobierno municipal nombró a San Roque patrón del pueblo, “por proteger en numerosas ocasiones a los ciudadanos de las enfermedades contagiosas”. Ese mismo año se creó en la parroquia de San Pedro la cofradía de San Sebastian y San Roque, y en esa misma época también en la parroquia de Santa Marina.

El objetivo de estas cofradías era la solidaridad, tal y como recoge el historiador Juan Madariaga en su libro Historia social de Bergara en su época preindustrial (Bergarako Udala, 1991):  “Esta cofradía se creó, sobre todo, para remediar el que ya ni los padres e hijos estuvieran dispuestos a enterrar a sus más próximos, se organizó la cofradía obligándose los que pertenecían a ella a colaborar en los enterramientos, especialmente cuando se  producían de forma masiva”.

Según Madariaga, la peste era la enfermedad principal de la época, “todavía más incontrolable que la guerra y el hambre”.

En esta situación, la cofradía se comprometía que si algún miembro enfermaba a consecuencia de la actividad de la misma, le pondría el mejor médico (“físicos doctos”), y si fallecía sería enterrado de la forma más discreta. Además, si el fallecido era pobre, la cofradía asumía los gastos del funeral, no así si tenía bienes.

En la parroquia de Santa Marina hay retablos dedicados a San Sebastian y a San Roque, y ha habido imágenes de San Roque en las ermitas de San Prudencio y en la de San Martin de Arezkureneta. (Imanol Sorondo, “Las 38 ermitas de Bergara”).

El 29 de mayo de 1758, la corporación municipal nombró a San Martin de Agirre como patrón, junto con San Roque (“patrón glorioso y protector admirable”).

Hace mucho que en Bergara no se celebra fiestas patronales en honor a San Roque pero en su día se celebraba muy solemnemente. Por ejemplo, en las actas municipales del siglo XVIII se citan en numerosas ocasiones las corridas de toros y las procesiones, misas mayores, etc. que se celebraban el 16 de agosto en la plaza Ariznoa.

Tal y como se recoge en los documentos del archivo municipal, en la década de los 60 del siglo anterior todavía se hacía una procesión, en la que se llevaba durante tres días la imagen de San Roque a casa del alcalde. Actualmente, aunque el 16 de agosto no haya ninguna fiesta, dentro de los actos del verano siempre se organiza algo especial para recordar el día.

Udal artxiboko agirietan jasota dagoenez, joan zen mendeko 60ko hamarraldian ere artean irauten zuen prozesio batek, hiru egunez San Rokeren imajina alkatearen etxera eramaten zuenak.

Gaur egun, Abuztuak 16ean jai berezirik egon ez arren, udako ekintzen barruan beti antolatzen dira ekintza bereziak eguna gogoratu nahian.

 

El hijo de Bergara Martin Agirre fue canonizado en el siglo XIX, tras haber sido martirizado en Japón siglos antes. Si bien su festividad se celebra el 16 de septiembre, el sábado anterior se celebra en Bergara una feria agrícola de gran renombre. Contribuyen al mismo tanto el concurso de flores y la venta de productos de la comarca (verduras, fruta, queso), como las tamborradas infantil y de adultos o los fuegos artificiales.